NouCOPC - Opinión

Sobre Asamblea General 30 de Abril de 2008 (2)
Una crónica, espero que no demasiado sesgada, de una experiencia surrealista.
(análisis de formas y demás)
Por Joaquín Morata. Col. 6247


 

 

Reconozco que tengo dificultades para quitarme de la cabeza la experiencia vivida en esta reunión.

Y que, cuando algo se me mete en la cabeza, no suelo dejarlo hasta que le saco punta, lo abrillanto, lo limpio y lo dejo como una patena.

He recibido algunos correos sobre este tema, algunos agradeciendo tener información sobre la Asamblea pues no pudieron asistir, otros reflexionando sobre cómo, siendo psicólogos, no conseguimos acuerdos y llegamos a estos enfrentamientos.

Y, en esa línea, he seguido reflexionando para darme respuesta a lo segundo y dar más información contextual a los que no asistieron.

Veamos...

Intentaré hablar como espectador. Dejando al margen mi descontento con el modo de hacer de nuestro COPC (no sólo de esta Junta de Gobierno, que quede muy claro). De hecho, yo no me considero "parte contraria". Entiendo que, mi intento continuo de poner en evidencia lo que no está bien pueda parecer "acoso y derribo", pero si mi pequeño aguijón consigue que algunas cosas se dejen de hacer mal, yo... feliz y contento. No persigo otra cosa.

Entremos en situación...

Era una Asamblea que se había ido caldeando previamente. Reconozco que, a mí, me llegaron rumores sólo una semana antes. Y, además, ahora lo sé, me llegó menos de la mitad de la información que circulaba por ahí.

Mi objetivo, en esta Asamblea General, además de participar en lo que se planteara, era otro diferente, y no tenía nada que ver con lo que apuntaban los rumores. Por lo tanto, lo que comente aquí sobre el tema del "Local" es algo de lo que tuve conocimiento en el desarrollo de la agitada reunión de colegiados.

Sigamos poniéndonos en situación:

Decía que el ambiente se notaba ciertamente tenso. Los miembros de la Junta de Gobierno habían recibido correos con esos rumores y cosas peores (así lo reconocieron) con lo que debían estar a la expectativa. Normal. Los asistentes, o tenían algo que decir y venían preparados, o también habían recibido esos rumores y venían con sus propias expectativas.

Supongo que te vas haciendo una idea de la situación.

En ese contexto comenzó la fiesta.

"La primera en la frente, dijo Espiridión Pichinche y aquí está..."

Un poco de introducción legal para que sitúes cómo comenzó la Asamblea (además de con los ánimos algo alterados, como ya hemos apuntado)

Las Juntas Generales tienen por sistema convocarse a las ocho de la tarde en primera convocatoria, para la que se necesitan la mitad de los colegiados más uno (es decir, cinco mil y pico). Y, media hora más tarde, en segunda convocatoria, con el número de colegiados que haya.

Bien. Todos sabemos que resulta improbable que algún día se produzca la invasión de cinco mil colegiados... pero bueno. La hora es la hora y en esa hora, quien tiene obligación de estar presente es la Junta de Gobierno.

Los que consideramos el tiempo como algo muy valioso, cumplimos con él para que él nos respete. Así que, aunque lo sabíamos improbable, más de veinte colegiados estábamos sentados en la sala a las ocho de la tarde.

Lo que disgustó a más de uno, y a mí especialmente, es que a las ocho y media, el Sr. Decano no estuviera ni siquiera en la sede del Colegio. Vale, acepto salida de puente como atasco monumental en BCN, pero si había algo previsible era que en dicha fecha cualquier desplazamiento sería infernal y había que contar con ello.

La Asamblea comenzó a las nueve menos cuarto, incumpliendo, a la primera, las obligaciones que la Ley impone a la Junta de Gobierno.

Ya sé que mi lenguaje puede sonar demasiado "tocanarices" pero... si incumplimos las más básicas reglas de respeto, si me salto a la torera la obligación más pequeña... ¿cómo puedo defender que sí cumplo lo demás?.

Un mal comienzo que caldeó algo más el ambiente.

"No hay primera sin segunda, dijo Mincho Calandraque y aquí está..."

Te planteo el siguiente supuesto: si asistes a una reunión en la que esperas que te critiquen, cuestionen o incluso ataquen aquellos que tienen el derecho de pedirte explicaciones... supongo que, la postura más "lógica" sería estar prevenido (luego podemos añadir todas las variables asociadas con los diferentes estilos de personalidad).

Bien.

En esa situación, al abordar el primer punto del orden del día, el Sr. Decano se cuestionó a sí mismo al plantear que no sabía si se debería plantear para aprobación o no -en Asamblea Extraordinaria- el Acta de una Junta/Asamblea General normal. Primer punto del orden del día.

Admito que me parece una cuestión lógica.

Pero ese cuestionamiento no se puede hacer cuando YA se ha convocado una reunión con un orden del día en que se incluye ese punto. No sé. Yo no alcanzo a entender eso. Me parece que, ese tipo de cuestiones, hay que planteárselas antes de firmar la convocatoria (aunque el Sr. Decano hiciera un comentario desafortunado respecto a la importancia de su firma).

Reconozco que esos detalles me pueden porque estoy de acuerdo con la máxima jurídica de que "quien no puede lo mínimo, no puede lo máximo".

En ese momento, se hizo venir a alguien que parece ser "asesor legal" no sé si del COPC o de la Junta de Gobierno (porque no he localizado esa información en la página web ni en ningún sitio, pese a requerirla). Esa persona asistió a toda la Asamblea y fue requerida varias veces para que se manifestara sobre si algo se podía hacer o no.

"La tercera es la vencida dijo Castro Lobuandique y aquí está, venga..."

La Junta de Gobierno aceptó la soberana voluntad de la Asamblea que, con bastante alboroto, consideró que sí había que leer (esfuerzo que hay que reconocer) y votar si se aprobaba el Acta en cuestión.

Se hizo la votación. Yo contaba con la autorización para la representación de una compañera y reclamé poder votar por ella. El Sr. Decano, con el asesoramiento de la persona que antes he citado, me negó ese derecho y, gracias al cielo, él mismo solicitó que constara en acta la negativa a dejarme votar por representación. No sé qué tipo de argumentación legal utilizarán para justificar tal decisión que, por descontado, pienso solicitar.

Este aspecto, el de la representación de otros compañeros en Juntas Generales, es uno de los que creo que se están aplicando mal en nuestro Colegio desde hace muchos años. No he encontrado nada en la legislación aplicable que impida la representación de otros colegiados en Junta General, sin embargo, si llamas para preguntar cómo puedes hacerlo, te dicen, sin más, que no es posible.

Veremos que respuesta tenemos cuando solicite que me argumenten legalmente esa imposibilidad de representar a otros. Pero eso es otro cuento...

"A la cuarta... ni los bueyes."  (sigo utilizando a Carlos Mejía Godoy)

Bien...

Aprobada el acta anterior con treinta abstenciones y treinta y pocos votos a favor (más de diez de ellos de miembros de la Junta de Gobierno).

Llegaba el segundo -e impreciso- punto del orden del día. El que realmente había motivado la convocatoria.

Admito que, sobre el tema del "Local", lo único que sabía era lo que algún correo electrónico -del que yo me hice eco- comentaba sobre que había un "agujero" económico muy significativo y que se iba a solicitar una derrama considerable.

Se hizo una exposición por parte de la Junta sobre los avatares que ha sufrido el proyecto de montar una nueva sede para nuestro Colegio profesional. Ahí es dónde me quedó bastante claro que los correos electrónicos que había recibido eran algo exagerados.

Y también hubo intervenciones de otros colegiados que ofrecieron una visión del mismo tema con alguna sombra.

Para que te sitúes, te resumo lo que yo percibí (supongo que, como tú, no tenía idea del mar de fondo que había tras la Asamblea).

Básicamente entendí que se plantearon tres cuestiones:

- La forma de contabilizar la deuda que el COPC tenía.

- ¿Por qué se eligió una pequeña empresa de Cambrils para hacer la reforma en lugar de una gran empresa de Barcelona con la que compitió?.

- Y, si había algún miembro del gobierno del COPC que tenía vínculos con esa pequeña empresa beneficiada por la decisión de la Junta de Gobierno.

Este debate duró horas. No puedo, ni quiero, posicionarme sobre las informaciones aportadas. Aunque, aprovecho para felicitar a los colegiados que, con intereses o no, dedicaron tiempo, dinero y esfuerzo, para aportar información que, de otro modo, ninguno tendríamos. Confío en obtener su autorización para poder publicar la información que nos hicieron llegar para que tú puedas formar tu propia opinión.

Es evidente que, en este tema, habían posturas encontradas que no consiguieron conciliarse (que yo tenga conocimiento).

En lo que sí me posiciono es en las formas.

Desde mi punto de vista, el Sr. Decano (responsable de "dirigir la reunión") estuvo más preocupado de velar por la intimidad de las personas y por el cumplimiento de algunos aspectos -que no he conseguido encontrar- de los Estatutos, que del espiritu que implica una Asamblea/Junta General de colegiados.

Confío que, cuestionar el hecho de que el Sr. Decano impidiera que alguien respondiera a una pregunta (por aquello de la intimidad-privacidad de lo personal), no se interprete como ataque personal a nadie, ni comunión con ninguna de las deducibles insinuaciones que se formularon en la Junta General.

Sólo planteo lo siguiente, especialmente para ti que no asististe: Supongamos que alguien pregunta a alguien si tiene algún vínculo personal con cierta empresa. La respuesta es sencilla: Sí o No.

Intervenir para impedir que esa respuesta concreta se produzca, aduciendo el respeto por la intimidad de la persona... me parece, por un lado, muy correcto, pero... por otro, y dado que hablamos de un cargo público... hace que las paranoias tengan campo para alimentarse. Y eso, no es bueno porque sigue fomentando el supuesto enfrentamiento.

Vamos, a mí no me gustó que se impidiera responder por aquello de la privacidad. Básicamente porque cuando no hay nada que esconder, decir que no lo digo hace pensar que hay algo que esconder... y, bueno, no hace falta licenciarse en psicología para saberlo, digo yo.

Otro punto que alimentó la desconfianza y la duda fue el de prohibir la presencia de determinada persona (empleada del COPC) a la que la Asamblea requería, con la discutible excusa de que no era colegiado, ni técnico de algo.

No sé qué tenía que decir esa persona (repito: empleada de todos los colegiados y que espero no sufra ninguna consecuencia por haber sido mencionada), ni porqué alguien pidió que compareciera... pero negar su presencia aduciendo argumentos de impreciso carácter legal... vuelve a alimentar la sospecha. Por cierto, todo esto lo avalaba esa persona antes mencionada que es la supuesta "asesora legal" porque no se conoce su nombre ni número de colegiada del Colegio de Abogados.

No soy experto en comunicación... pero no hace falta serlo para saber que si quiero desmontar una fabulación, debo facilitar el acceso a la información. Cualquier acción que dificulte ese acceso, contribuye a fomentar las sospechas y los rumores. Es mi opinión... que puede no ser compartida.

Resumiendo este apartado: me quedó un regusto amargo.

Me sentí profundamente decepcionado y más preocupado de lo que había llegado.

Hubo un momento en que alguien propuso un voto de censura para la Junta de Gobierno. Hay quién opina que esa propuesta es oportunista y con intereses. Lo que nadie puede discutir es que la actual Junta de Gobierno ha facilitado que esa censura se plantee.

Más tarde de lo que me podía permitir, abandoné la Asamblea antes de que concluyera. El precio personal que tuve que pagar por asistir y tener el móvil desconectado durante cuatro horas no me lo podrá compensar nadie. Pero todos los sacrificios pueden tener algo aprovechable... y confío con ilusión que, compartir estas líneas, lo sea.

Nota final.- Como se puede apreciar, he evitado los nombres y apellidos. Lo he hecho por puro respeto y porque lo que a mí me interesa no es quién hace qué, sino lo que se hace por el COPC.

Gracias por tu paciencia, una vez más... y a tu disposición para cualquier comentario, crítica o sugerencia.

Joaquín Morata. Col. 6247