Si
asististe a la Asamblea, seguro que te habrás formado
tu opinión sobre lo que allí se trató.
Si no asististe, creo que te puede interesar esta reflexión.
Antes
de la Asamblea, envié un correo a varios compañeros
en el que me hacía eco de algunos rumores (puede ser
que tú, al igual que reconoció el Decano, también
recibieras otros correos que circulaban por ahí, sin
identificación clara de quién los enviaba, en
los que se apuntaban unas cantidades u otros que sugerían
cosas más feas).
Tras
asistir a la Asamblea/Junta General Extraordinaria tengo que
decir que, el rumor del que yo me hacía eco, no se ajusta
a la verdad. El Colegio, según los datos que se aportaron
en la Junta, no tiene un agujero de cuatro millones de euros.
Eso
no quiere decir que todo sea genial y podamos olvidarnos de
asistir a la próxima Junta General de Colegiados. Esto
quiere decir que, al igual que recogí un rumor y lo divulgué,
me parece de justicia que lo desmienta cuando crea que no es
cierto.
Me
parece, -no soy un experto contable y no me gustan los números-
que, de las cuentas, se desprende la necesidad de cubrir, a
fecha de ayer, al menos, unos cuatrocientos mil euros. Si me
equivoco, alguien me corregirá y yo, humilde y públicamente,
rectificaré. Y, si creo alarma social, también
alguien se encargará de decírmelo.
Y
que, desgracia coyuntural, estamos algo pillados porque toda
la operación de cambio de sede se basa en vender el local
actual por una cantidad (2.480.000 euros, tasada en el 2004)
que, hoy, ya no es ni imaginable alcanzar. Así que, salvo
que la tendencia inmobiliaria cambie, parece que a esos cuatrocientos
y pico mil euros habrá que sumar alguna cantidad más.
No
se votó nada. Y me tengo que hacer una pregunta de ciencia-ficción:
si los diversos y alarmantes correos que circulaban por ahí
no hubieran generado cierta movilización, si los colegiados
que normalmente no asisten a las Juntas Generales no hubieran
sacrificado su puente para asistir... ¿hubiera habido
votación para aprobar algo?.
Estoy
haciendo ciencia-ficción.
No
olvidemos que, lo que se decide en Junta General, sea con cinco,
diez, veinte o quinientos colegiados, es vinculante para todos.
Quizá
habría que exigir que, cuando se convoca una Junta General,
se especifique de manera clara y detallada qué decisiones
se van a plantear y cuáles no. Un orden del día
tan ambiguo como el de la pasada, sin concretar qué se
va a decidir en Junta General... eso sí que genera alarma
colegial. Al menos a mí, que me gustan las cosas claras
y cuanto más concisas mejor.
Porque,
es mi opinión, sólo es mi opinión... un
orden del día como el que sigue (copio textualmente):
1.
Lectura i aprovació, si escau, de l'acta de la Junta
General anterior (Ordinària 19.12.2007)
2. Local (c/ Rocafort, 129)
3. Torn obert de paraules
es
lo suficientemente ambiguo, impreciso y amplio para saber que,
en su punto dos, se hablará del "Local" pero
sin poder adivinar si es una sesión informativa, si se
va a proponer algo a la consideración de la Asamblea
o se van a enseñar fotos de lo chulo que está
quedando el "local"... Contrasta con la precisión
del punto 1: "lectura" y "aprobación",
matiz: "si procede"... En ese punto sabíamos
lo que se iba a tratar y lo que se iba a pedir a los colegiados
asistentes.
Convendrán
conmigo en que ese ejercicio de ambiguedad, permite mi ejercicio
de fabulación.
Se
me podrá acusar de malpensado, de sembrar cizaña
en las mentes pulcras e inocentes o, ¿cómo no?,
de crear alarma social.
Pero...
no sé... pienso que si se hubiera hecho un pequeño
esfuerzo por definir de una manera precisa y rotunda el motivo
por el que se convocaba a todos los Colegiados en Asamblea Extraordinaria,
si se hubiera dejado claro que se nos citaba a una sesión
informativa... yo no estaría ahora emulando a Asimov.
Aunque...
no es ilegal convocar una Asamblea Extraordinaria en fecha singular
con un orden del día muy abierto. Como no es ilegal opinar
que en esa Asamblea se podía haber presentado a voto
una derrama para cubrir los cuatrocientos mil euros de "desviación"
del presupuesto del Local..., o no.
Resulta
triste que el Sr. Decano reconociera que la fecha podía
haberse cambiado si no se hubieran priorizado otros compromisos
antes que a la Asamblea. Los hechos son hechos. El hecho es
que se fijó esa fecha, pese a que, con voluntad, podía
haber sido otra. (Gracias a Dios, la Asamblea se grabó
y mis afirmaciones sobre las palabras de otros pueden probarse).
Y
me resulta triste porque mis desvaríos y elucubraciones
quedarían sin argumento si la Asamblea se hubiera convocado
otro día más normal y el orden del día
hubiera sido detallado y preciso sobre el motivo y acciones
a tomar.
Así
de simple.
No
voy a entrar en todo lo que se dijo para que no me acusen, de
nuevo, de crear alarma social. Lo que sí te recomiendo,
si no asististe, es que consigas el Acta y saques tus propias
conclusiones.
Aunque
me pide el cuerpo un par de comentarios para acabar:
Primero,
algunas referencias invitando a acudir a los tribunales como
vía de solución, por parte de la Junta de Gobierno.
Sinceramente, creo que no es el camino. No haría bien
a nuestro Colegio entrar en ese terreno.
Segundo,
las alusiones, también por parte de la Junta de Gobierno,
a que había intereses políticos o partidistas
o de líneas políticas... -no recuerdo exactamente
el término- detrás de algunas preguntas y solicitudes
de explicación hechas a la Junta de Gobierno. Ya sabemos
que en las pasadas Elecciones se presentaron dos candidaturas
con personas que, en otro momento, fueron Junta de Gobierno
(yo sólo era el tercero en discordia). Opino, al respecto,
que no se puede deslegitimar una información con el argumento
de que proviene de la "oposición".
Si
has llegado hasta aquí, gracias por tu paciencia.
Joaquín
Morata. Col. 6247