"Lo
primero, gracias por molestarte en compartir tu opinión.
Te
diría que lamento provocarte esa sensación, aunque
me resulta instructivo que me lo digas porque no lo pretendo,
pero tienes bastante razón en lo de la acidez. Quizás
"politiquera" sobraría, pero lo de la acidez
lo adopto.
Desgraciadamente
es la única opción que me queda. O me lo tomo
así o me siento fatal o paso de todo.
Me
metí en este follón porque, a mi modo de ver,
se hacían muchas cosas mal y otras no se hacían.
Quizá no es la mejor argumentación para implicarse
en algo pero me comenzó a doler lo que sabía del
Colegio.
Cierto,
eso es una forma de expresarse negativa y cualquier asesor político
me diría que no es el lenguaje adecuado... pero es lo
que hay. Yo no hago política, no valgo para eso. Me gustan
las cosas demasiado claras.
Si
el Colegio cumpliera con lo que, para mí, debería
hacer un colegio profesional, yo estaría tan contento,
dedicado a mis colchas de ganchillo.
Durante
quince años yo no supe nada del Colegio, pagaba y hasta
me sentía orgulloso de estar colegiado. No pisé
ninguna de sus sedes, ni acudí a ninguna fiesta ni a
ningún curso. Pasé de todo. Pagaba y punto.
La
vida da vueltas y en un momento dado comencé a tener
información de primera mano sobre el funcionamiento interno
del COPC. Y me comenzó a doler. ¡Bendita ignorancia!.
Ante
ese conocimiento, volver a mi feliz pasotismo ya no era fácil.
Lo intenté. Juro que lo intenté. Pero seguía
llegándome información que me hacía sentir
estúpido de seguir financiando y formando parte de algo
así.
¿Ves?,
vuelvo a parecer negativo. :)) Parece que tengo que darte la
razón.
Me
presenté a las elecciones y he seguido tocando las narices
con el objetivo de que el COPC cambie radicalmente. Desgraciadamente,
la negatividad está implícita en mi acción
porque NO quiero el COPC que tengo.
Creo
que estoy volviendo a darte la razón. :)
En
el apartado de propuestas de la página puedes ver lo
que afirmo que debe ser el COPC. Espero que ahí no aprecies
ese negativismo (aunque me encantará cualquier crítica).
Sí
sé qué COPC quiero. Pero tal como está
montado no es posible ayudar a cambiarlo. No te dejan. Así
he optado por hacer tan evidente lo que se hace mal que, sueño,
alguien decida reconocerlo y trabajar para cambiarlo.
La
cuestión es que, a mí, no me importa quién
cambie el COPC. Lo que yo quiero es que cambie en una dirección
clara de participación, claridad y utilidad.
Y
paro ya que esto parece un mítin.
Gracias
otra vez por tu crítica. Si crees que algo puede ser
mejor, no dudes en decírmelo.
Un
abrazo
Joaquín