Hay
algo básico: Un Colegio Profesional no puede funcionar
sin una cuota mínima y sostenible de participación
del asociado, así que deberá darse un giro competo
en el sentido que ésta conquista sea prioridad 1. A pesar
de todo el trabajo realizado (ahora no valoro este punto) es
un indicador de fracaso de toda Junta la escasa participación
colegial.
Cuando el asociado no está/no contesta, la Junta, la
Sección Profesional, la Comisión Deontológica,
etc. se acaba nutriendo del capital humano "que hay"
(sin sentido peyorativo), con lo cual se da una mutación
del grupo estable en oligarquía: siempre analizan y deciden
los mismos. En este sentido, la evolución de toda oligarquía
es perpetuarse, dado que a la vez se alimenta de privilegios;
en conclusión el grupo oligárquico se blinda (dado
que no va a ceder el testigo de su propio monopolio a nadie)
y descarta la posibilidad no ya de abrirse, sino de trabajar
por la participación. Hemos llegado a la trampa.
Si se piensa que la no participación colegial no depende
del COPC, sino de la mentalidad, actitud o escasas posibilidades
de llevarla a cabo de los colegiados (por cierto más
de 10.000), se está diciendo una verdad a medias; esa
es la gran excusa en el fondo, para no romper la oligarquía.
Porque...:
1.- Actuaciones personalizadas llevadas a cabo hacia los colegiados.
2.- Protocolos de seguimiento hacia los nuevos colegiados.
3.- Creación de Tutorizaciones Profesionles.
4.- Ofertas personalizadas de participación, formación
y trabajo.
5.- Espacios sociales fomentados y ofrecidos por el Colegio.
6.- Cambios en la dinámica colegial: obligación
de una participación activa (a decidir la forma y el
tiempo) o "descolegiación" automática.
7.- Cambio de la dinámica de voto y uso de todas las
modalidades de posibles de votación.
8.- Uso, fomento y desarrollo completo de los sistemas informáticos
y audioviosuales tanto burocráticos como formativos.
9.- Libertad de comunicación, como derecho, por encima
de la estructura de las Secciones y la Junta.
...nada de esto se ha hecho... y es fundamental desarrollarlo.
El sistema no participativo, por tanto mutante hacia la oligarquía,
fomenta la sensación de que el COPC no es del colegiado,
por tanto, éste dejará no ya de participar (se
le alimenta eso), sino ni siquiera de interesarse.
El COPC, a través de sus órganos internos está
obligado a dar cuenta de las acciones promovidas para la participación
colegial, de manera constante, dado que precisamente ese concepto
debe presidir todas y cada una de las listas de objetivos. Es
decir, cuanto se pretenda desarrollar deberá incluir
obligadamente el planteamiento de la participación colegial
y dar información de los resultados que se consiguen.
Este hecho es tan importante que valida o no el trabajo que
se desarrolle en Juntas, Secciones o lo que sea, es algo así
como pensar que para diseñar un test se requiere una
baremación estadísticamente significativa, si
ésta ha sido escasa, no hay ni fiabilidad ni validez.
Para desarrollar al máximo la participación colegial
es preciso reconvertir el trabajo de los funcionarios de COPC,
a la vez que su actitud y forma efectiva de comportarse ante
el asociado: alma de la institución al que se debe servir
y ayudar. dado que ello potencia directamente la profesión.
Para caminar hacia una participación colegial mínima
y sostenible hay que desarrollar la imaginación, por
supuesto, pero como muy bien sabemos los psicólogos,
es preciso a la vez, vencer las resistencias existentes al cambio
("interesadas", como se ha visto), lo que equivale
a doblegar actitudes actualmente contrarias a la democracia
interna.
Domènec Luengo
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