Qué
miedo me da la utilización de cualquier símbolo
cultural como elemento de exclusión-inclusión.
Y
qué miedo me da escribir estas líneas.
Y,
tengo que decirlo, que miedo me da... que me de miedo.
Soy
catalán. Catalán de elección. Elegí
vivir en esta tierra, pagar mis impuestos en ella, disfrutar
y enriquecerme con su cultura.
Soy
aragonés de nacimiento. Soy del mismo origen que el Honorable
Josep Lluis Carod Rovira, el seguro que también honorable
Josep Antoni Durán i Lleida y tantos otros ilustres hijos
de aragoneses que, arrastrados por la guerra civil, recalaron
en tierras catalanas.
Y
no soy otra cosa que una persona. Ni mejor ni peor por el origen
que tenga o la lengua que hablaran mis padres.
Soy
psicólogo. Y utilizo como herramienta esencial de mi
trabajo la lengua.
Los
políticos utilizan también la lengua como herramienta
de trabajo.
Pero
no me parece que se utilice en el mismo sentido y con los mismos
fines.
Más
de un colegiado me ha escrito disgustado e incluso espantado
por el hecho de que la página web noucopc.info estuviera,
hasta hace unos días, solamente en castellano. Y le he
respondido más o menos lo que reflejan estas líneas.
Añadiendo que estaré encantado de que alguien
me ayude a trasladarla al catalán o a corregir cualquier
error que aprecie. Yo, completamente solo a este lado, no dispongo
de tiempo ni de medios para hacerlo.
A
mí sí me asusta un poquito que, profesionales
de la psicología, utilicen su herramienta de trabajo
en un sentido político.
Recuerdo
que, cuando me presenté a las pasadas elecciones, un
colega me dijo: “no te votaré porque piensas en
castellano". Y lo acepté. Acepté su derecho,
como persona con una determinada ideología, a rechazarme
por ello. Con mucha tristeza, pero lo acepté.
Me
pregunté más tarde si, este profesional de la
psicología, rechazaría a un paciente porque se
exprese en castellano.
Y
no hace falta ser psicólogo para comprender el sinsentido
al que lleva mezclar churras con merinas.
Yo
no rechazo a nadie por el hecho de que reclame el uso de su
lengua, me esfuerzo por usarla porque me parece un lujo y un
placer poder disfrutar de esta cultura, porque me debo a mis
clientes sin distinguir la lengua que hablan, porque si elijo
vivir en esta tierra debo integrarme en su cultura.
Perquè
en castellà?
Porque,
en el lenguaje escrito, me expreso con mucha más precisión
y creo que transmito mucho mejor lo que quiero transmitir.
Si
alguien quiere ver en mis palabras algo más que un puro
acto comunicativo.., supongo que será porque así
lo quiere, no porque así lo sea.
Defiendo
el bilingüismo y no me espanta el hecho de que la página
del COPC esté solamente en catalán. Aunque no
entienda del todo esa opción tan política.
Hace
un tiempo, una colega del Colegio de Asturias, me pidió
si podía conseguirle un artículo que se había
publicado en la Revista del COPC. Accedí y se lo remití
encantado. El artículo sólo se había publicado
en catalán y esta colega no pudo disfrutar de su contenido.
Soy
consciente de que el COPC es una institución de derecho
público y que, de algún modo está a lo
que se legisla en Cataluña, pero se mantiene con las
cuotas de todos los colegiados, no con dinero público,
y creo que, por eso, de lo único que debería preocuparse
es de servir a todos los colegiados.
Entiendo
que la lengua es una herramienta política de primer orden
en tanto que delimita, excluye e incluye.
Sin
embargo, para mí, es exclusivamente una preciosa herramienta
de comunicación. Y, ojalá, como en el siglo XIII,
pudiera acudir a la Universidad de Bolonia, a la de París,
o a cualquier rincón de Europa, a recibir mis clases
en latín.
Si
alguien ve en mi uso de la lengua alguna intención bastarda,
que tenga por seguro que se está equivocando de la manera
más absoluta.
Gracias
por tener la paciencia para leerme y la capacidad para entenderme.
Joaquín Morata
Col. 6247