Hace
no mucho tiempo, alguien a quien no tengo motivos para no respetar,
me hizo ese comentario: “A ti, te pierden las formas”.
Y me lo repitió en la inauguración de la nueva
sede alguien a quien tengo motivos para respetar.
Y
tenían (y tienen) razón.
Soy
apasionado. He luchado durante toda una vida por hacer aquello
que me apetecía hacer. Y cuando algo te apetece, no concibo
que se pueda hacer como si te diera igual. Lo hago… con
pasión. Y manifiesto esa pasión en mis ademanes,
en mi cara, en mi voz…
Pero
tenían razón.
No
todo el mundo lo entiende bien y hay quien puede sentirse agredido/a
por mi vehemencia. Por cierto, vehemencia que no impide el razonamiento
y la argumentación. Y que, por descontado, no tiene por
objetivo bloquear la réplica.
No
hay nada que más me fascine que descubrir que alguno
de mis razonamientos es imperfecto y, por eso, mejorable.
No
busco tener razón porque sí, es demasiado aburrido.
Pero sé qué razones defiendo y las defiendo apasionadamente
sin que eso quiera decir que me cierro a otras razones que puedan
cuestionar las mías. Al contrario. Para mí, el
debate es defender apasionadamente lo que piensas para acercarse
a una nueva idea. Vamos, la dialéctica hegeliana adornada
con un saco de visceralidad.
Pero
tenían razón, si el fondo se acompaña de
una buena forma es mucho más fácil de digerir.
Y en eso estoy. No sé si optar por el valium o el yoga,
pero voy a trabajar mis formas.
Considero
claramente más importante el fondo que la forma. Valorar
lo contrario es la defensa de los sepulcros blanqueados. No
se puede descalificar un argumento por el modo en que te lo
ofrecen. Eso es quedarse.., y querer quedarse, en la superficie,
en la ley del mínimo esfuerzo.
Esto
del paranoico cuidado de las formas ya lo había percibido
en alguna reunión en el COPC y en más de un colega
que se atreve a afirmar que “les formes també son
raó, particularment en psicologia”.
Mmmmm….
No sé. Cuando las formas pueden convertirse en razón…
malament. Acepto “mala forma” como “pérdida
de atractivo de la razón”… Incluso acepto
que una “mala forma” pueda hacer que se desatienda
al fondo… y eso no es bueno. Pero cuidado con ir más
lejos… y temblad ante los que se atrevan a defender la
afirmación contraria. ¿Acabaremos aceptando como
verdad una rotunda falsedad, eso sí, dicha con una forma
adecuada?.
Porque
si acabamos valorando la forma por encima del fondo… puede
ocurrir que quedes con alguien a jugar al ajedrez y. una vez
ante el tablero, te reciban con una exquisita reverencia nipona,
te supliquen que tomes asiento con toda cortesía y, justo
cuando estás babeando ante el delicado trato, saquen
un cubilete y un dado, tiren el dado, cuenten cinco y te coman
un peón para, después, contando los preceptivos
veinte pasos, comerte la reina y hacerte jaque. Eso sí,
con unas formas sublimes.
Bien.
Todo
este rollo personal tiene que venir a cuento de algo.
Viene
a cuento de aquellas ocasiones en que, los amantes de la forma,
se confunden. Y se creen que el fondo y la forma son lo mismo.
Esas ocasiones en que no hay fondo, y por eso se con-funde con
la forma. O la forma con el fondo o el fondo con el final o
la forma con el armario o yo me estoy confundiendo ya….
Entenderás
de qué te hablo cuando te copie un escrito enviado por
el COPC a algún/a colegiado/a… y que espero que
nunca te pase a ti.
Te
voy a situar.
Imagina
que tú eres miembro de la Asociación Catalana
de la Farra de los Sábados y que esa asociación
tiene su sede en Gran vía 2951 de Barcelona. Que tú
te dedicas a la psicología en tu despacho en la C/ La
mar de chula, 666 y que no tienes ninguna web para hacerte publicidad,
aunque apareces en una de un colega sin que allí se indique
ninguna dirección que tenga que ver con la del Colegio
ni la de la Asociación.
Ahora
sigue imaginando que un día te llega una carta del siguiente
estilo (y piensa que salvo el tipo de Asociación, el
resto es literal):
Ens
han informat i hem vist desprès, que el seu centre particular
de l’Associació Catalana per la Farra dels Dissabtes,
te com a seu, Gran Vía 751, seu del Col•legi Oficial
de Psicòlegs de Catalunya.
Ahir
al vespre vaig presentar a la Junta de Govern, aquesta situació
tan irregular.
La
Junta ha acordat, de manera unànime, avisar-lo de que
no te dret a utilitzar més l’adreça del
COPC, com a particular, perquè la propera vegada serà
portat a la Comisió Deontològica i tindrà
una demanda legal. Ací mateix volem que en enviï
un ejemplar de la seva web i altres documentacions amb la seva
rectificació.
Como
dicen en el mundo legal: el tenor es literal. Es decir, que
lo he copiado tal cual me lo leo de un escrito firmado por la
Secretaria de Junta de Gobierno del COPC. Repito: letra a letra
es tal cual lo tengo delante (letra a letra). Y está
fechada en Noviembre de este año.
El
fondo no tiene ni pies ni cabeza, bueno… que no hay fondo
alguno. Nadie con un mínimo de conocimiento del funcionamiento
jurídico-social y miembro de una Junta de Gobierno de
un Colegio Profesional puede concebir que una Asociación
sea un centro particular, cualquier persona que se interese
un poco sabe (o puede intuir) que las Asociaciones están
registradas incluyendo su sede en algún registro de Asociaciones
y que esos registros son públicos, y también puede
saber, si tiene voluntad de saber, que una Asociación
tendrá presidente, pero no tiene dueño ni propietario.
Y
cuando el fondo no existe pero recibes un escrito de este tipo
es como cuando una empresa de esas que se dedica a reclamar
deudas, se equivoca de nombre y te envía una carta amenzándote
con la excomunión y con que tus hijos se van a ver en
la calle porque te van a embargar el piso (que, por cierto,
es de tu madre) porque debes 12,34 euros a una compañía
de telefonía a la que nunca te has apuntado.
Sí…
Quizá
esas personas de las que hablé al principio tenían
razón y a mí me pierden las formas. Pero suelo
ser bastante cuidadoso cuando escribo y firmo algo. La pasión
del momento verbal puede atenuarse con una sonrisa o cuando
reconoces que estabas equivocado. La palabra escrita queda ahí,
agresiva y amenazante… Y por mucho que la relees sigue
sonando agresiva y amenazante. Y no te sonríe. Y no te
dice: “lo siento, me equivoqué”.
Entiendo
que esta Junta de Gobierno debe atender asuntos de vital importancia
para el interés del colegiado como el que nos atañe
y votar, por supuesto… de manera unánime, que “…eso
no se hace.., con el COPC no se juega…”
Y
luego dicen que me paso de crítico… pero es que…