Este
apartado generará bastante polémica o rechazo
por parte de algunos colegiados y colegiadas pero no por ello
hay que dejar de cuestionar lo que uno considera cuestionable.
Quizá resulte natural que ese rechazo provenga de las
compañeras y compañeros que forman parte de algunas
Secciones Profesionales.
Lo primero que hay que cuestionarse es la necesidad de que el
Colegio se subdivida en tantas Juntas y Comisiones. Y, tras
ello, cuestionarse la efectividad de esa multiplicidad de centros
de poder/gobierno.
Se supone que la Junta de Gobierno del COPC representa a todos
los colegiados. Sin distinción de corriente, especialidad
o ámbito profesional.
Es
cierto que desde cada especialidad puede haber demandas bastante
particulares y que el COPC puede verse en la obligación
de poner en marcha actuaciones diferentes para cada especialidad.
Es ahí dónde la existencia de las Secciones Profesionales
parece tener su fundamento.
Bien. Totalmente de acuerdo en la necesidad de “algo”
que sea la referencia singular para cada una de las distintas
especialidades o ámbitos profesionales, todas y cada
una, por muy novedosas o poco conocidas que sean.
Ahora bien, si se analizan las finalidades que se atribuyen
a las Secciones Profesionales en los vigentes Estatutos, se
aprecia una redundancia de finalidades con las que el propio
COPC tiene. (Esto se puede ver con más detalle en el
análisis del articulado y la nueva propuesta).
Tenemos pues que, al hilo de esa necesidad de atención
singular y detallada, nace un reino de Taifas. Una multiplicidad
de Juntas de Sección, con elecciones “privadas”
sólo para los miembros de la Sección correspondiente,
con remuneraciones económicas, gastos de representación,
tomas de decisiones burocratizadas y algo más que muchas
compañeras y muchos compañeros ya han sufrido
en sus carnes.
Entonces.., si me parece bien la existencia de “algo”
que represente a las distintas especialidades, ¿por qué
propongo un cambio del modelo actual?.
Por varias razones:
Considero
que el modelo actual genera algunos problemas por:
1º.- Aumento de la complicación de la gestión
del COPC.
2º.- Creación “artificial” de subcolectivos
con filias y fobias, encuentros y desencuentros, intereses y
luchas de poder.
3º.- Existencia de varios órganos electos, es decir,
con toda la legitimidad de la representatividad, para conseguir
los mismos fines.
Resumiendo:
si atendemos a lo que es (o debería de ser) el COPC para
los/as colegiados/as no me parece lógica esta organización.
Pongo un ejemplo que puede resultar ilustrativo, es como si
se celebraran elecciones para la Generalitat de Cataluña
y luego elecciones para la Consellería de Interior, otras
para la Consellería de Educación, otras para la….
Mi
propuesta va en la línea de que se necesitan algunas
figuras que representen las distintas corrientes, especialidades,
etc… pero que no deben de tener forma de subgobierno dentro
del gobierno del COPC. Cosa que, por otro lado, los Estatutos
ya limitan puesto que cualquier decisión de cualquier
Junta de Sección está supeditada a la aprobación
de la Junta de Gobierno.
Las Secciones Profesionales deberían de tener su origen
en la Junta de Gobierno electa, se deben crear de manera ejecutiva
pues lo importante es que hagan, actúen, tomen decisiones
que beneficien al colectivo y, además, a su especialidad.
No puede permitirse que haya convocatorias de plazas subvencionadas
que hayan sido negociadas por la Sección de TAL y que
sólo tengan conocimiento (y por tanto acceso) a ellas
los miembros de dicha Sección.
Llevo
la situación a un absurdo nada imposible: si todos los
colegiados y colegiadas nos inscribimos en todas las secciones…
resulta que cada sección sería un COPC en miniatura
¿o qué?.
Alguien puede plantear que si es la Junta de Gobierno la que
crea las Secciones tendrá todo el poder. Y la cosa es
sencilla: ya lo tiene. Y además, es bueno que lo tenga
si queremos un Colegio fuerte y útil. Eso sí,
con unas medidas de control y supervisión eficaces.
Somos
UN colectivo. Con diferentes intereses, de acuerdo. Pero UN
colectivo.