Estas
son las lamentables opciones entre las que puedo elegir.
Como
expliqué en la crónica de la Asamblea Extraordinaria
de 30 de Abril, cuando intenté ejercer el derecho de
voto representando a un compañero, se me denegó
esa posibilidad, el Sr. Decano consultó la autorización
y dijo, delante de toda la Asamblea, que no y que constara en
acta.
Perfecto.
Ahora,
con el acta de dicha Asamblea delante de mí, resulta
que no hay la menor mención a esa denegación ni
constancia en acta de nada al respecto.
Y
me pregunto las razones. No es un error de transcripción
-donde dije digo...-, no. Estamos hablando de una omisión
absoluta de una solicitud expresa de nuestro decano presidente
de que algo conste en acta.
Y
no consta.
¿Se
burlan de mí?. Mmm... eso no está bien. Pero,
bueno, quizá lo consideran divertido.
¿Es
un descuido?. Tampoco está muy bien. No me hace gracia
que quien representa a mi profesión sea tan descuidado.
¿Es
una omisión con intención?. Ufff... eso ya me
gusta menos. Si por un pequeño detalle como éste,
imposible de colar porque toda la Asamblea fue testigo, se hace
algo tan feo como omitir una información en un documento
público... ¿qué se podría hacer
por intereses mayores y sin posibilidad de probar?.
Podría
ser que alguien encuentre alguna otra posible explicación.
Si así fuera, estaré encantado de abandonar mis
tres desagradables opciones. Por favor, que me ayude a no sentirme
burlado.
Y
ahora voy a ser un poco más perverso...
Quizá
sea un poco rollo pero voy a intentar explicar cómo funciona
el tema este de las actas y su aprobación y demás
porque... eso sí que huele a raro, aunque puede ser que
sea un normal proceder y yo no lo sepa.
Pongamos
por ejemplo el acta de la que he hablado antes. Es el acta de
la Asamblea Extraordinaria que se leerá y votará
para su aprobación después de plantear las correcciones
oportunas.
Es
decir, te leen el acta entera, como si tuvieras un problema
de visión o de capacidad lectora o como si no supieran
que, si estás interesado, ya te la has leido en casa.
Bien. Tras esa lectura, los que no están conforme con
algo de lo que se dice, como por ejemplo el caso de la omisión
antes citada, se levanta, pide que se corrija el acta en tal
sentido, y vale. Toman nota. Y tras escuchar todas esas enmiendas
que hay que incorporar al acta, se somete a votación.
Vaaale.
Ahora
viene lo perverso.
Esas
correcciones, esa nueva acta corregida... ya no te la envían.
Ni siquiera sabes, a no ser que te molestes en ir al COPC y
pedirlo -porque tienes que consultarlas allí-, si esas
enmiendas se han incluido.
Se
supone que han de estar... pero tras lo visto con mi representación
de voto... ¿cómo puedo estar seguro?. Pueden haberse
vuelto a olvidar de incluir una enmienda, ¿no?.
Cierto
que tampoco es cuestión de estar continuamente revisando
actas y enmiendas, y ahora volvemos a votar el acta enmendada
y luego la enmendamos de nuevo para votarla más tarde
antes o después de presentar enmiendas.... Agggghhh..
La
cosa es tan simple como hacerlo bien. Punto.
La
Asamblea Extraordinaria se grabó. La cuestión
es tan simplemente tediosa como transcribirla palabra por palabra
o enviar un DVD a todos los colegiados y que se hagan la idea.
Si lees el acta, verás que hay cantidad de fragmentos
transcritos literalmente... o sea, que se puede hacer.
Al
fin y al cabo, las actas sirven para resumir y dar fe de lo
ocurrido en una reunión.
Es
simple. Dar fe. Reflejar fielmente lo que se dijo y acordó.
¿Por
qué razón, entonces, se ha omitido cualquier referencia
a esa denegación de representar el voto de otro colegiado,
cuando el mismo Decano/Presidente dijo que constara en acta?.
¿Por
qué no se ha dado fe de ello?.
¿Por
qué tampoco se ha contestado a mi solicitud de explicaciones
legales que motivaran esa denegación?.
Bueno...
será un descuido... más.
Joaquín
Morata. Col. 6247